sábado, 3 de noviembre de 2012

Capítulo 6.




  Me giré y me dispuse a salir del baño cuando me cogió del brazo.

-¿Dónde vas?-me preguntó.
-A mi habitación.-sentencié.

  Y me solté del agarre. Me metí en mi habitación, y sin querer que me saliera, una pequeña lágrima resbaló por mi mejilla.

  Escuché la puerta del baño cerrarse, y a continuación, Justin hablando:


-¿Qué pasa?-Él.
-¿Piensas que te engaño?- Él.
-Nunca. –Él.
-Yo…no lo sé.-Él.
-Supongo que n o eres lo que busco…Necesito tiempo.-Él.
-No…Es…-Él.
-Sí, otra chica. –Él.
-Lo siento, es un final, nunca más me fijaré en ti, Eli.-Él.
-Adiós.-Él.

  Y salió del baño. No me giré. No tenía ganas de ver su cara de chico destrozado. Noté un suspiro contra mi pelo.

-Tranquilo. –le dije- seguro que lo arregláis.
-¿Lo has escuchado? –su voz no me hacía pensar que había llorado.
-Sí, todo. –remarqué la última palabra. Ese ‘’todo’’ le daría a entender que lo de ‘’Sí, otra chida’’ también lo había escuchado.
-La otra chica…
-Me da igual. –Le solté casi gritando.
  
  Intenté girarme para indignarme, y me lo impidió, sonrió, y me besó. Me pilló desprevenida. Y me gustó. Me gustó mucho. Fue…mágico. No era el primer beso que me daban, pero se podía considerar que era el primero, ya que el primero no me gustó mucho, y no fue con la persona adecuada. Ese era mi momento. El mejor. Sus manos seguían quietas en mi cintura. Me gustaba. No era de esos que a la primera de cambio te metían mano, y la lengua hasta el fondo. Era suave. Era lento. Era con amor. En ningún momento metió su lengua en mi boca para empezar a pelear descaradamente con la mía. Se separó. Fueron dos segundos.      

  Volvió a cogerme por la cintura, y volvió a besarme, esta vez con desenfreno. Deseoso de algo más. Algo que yo no le daría. Sus manos empezaron a bajar y noté como reía pícaramente. Cogí sus manos, y las volví a subir. No quería que volviera a pasar lo mismo… Aunque no eran iguales, él…Justin. No tenían nada en común.

*Flashback*
-Bésame. –me pidió.
-No, ya te he dicho que no me gustas.
-Pues, te besaré yo.
(…)
-¿Qué has hecho?.- le grité.
-Besarte. Y quiero más. Así que, desnúdate.
-No. Nunca. Ni loca lo haré y menos contigo.
-Pues, a la fuerza.
(…)
-Edu, no. Para. Déjame.
-Chst. Haré que sea perfecto.
(…)
  
 Antes de marcharse miró una última vez mis ojos llenos de lágrimas, aquellos que, pintados con rimmel, habían sido arruinados, aquellos en los que se reflejaba toda una niñez arruinada. Aquellos que unas pocas horas antes, estaban tan llenos de vida, y que ahora, no había ni una gota de esperanza. Sonrió maliciosamente, y me dijo:

 -Por cierto, bonitos ojos.

 Y se fue. Y me dejó allí tirada en la calle. Aquellas últimas palabras me derrotaron tanto física como mentalmente. Y no volví a sentir nada por nadie. Hasta ese momento.

*Fin del Flashback*

-Justin, para.
-¿Qué pasa, pequeña? ¿He hecho algo mal? ¿Te ha molestado que te besara? ¿Estás bien? –preguntó, asustado.
-No eres tú. Soy yo. Lo siento, no te tendría que haber correspondido al beso…Pero es que…-dudé.
-Tenías tantas ganas como yo.
-No sé. Es una historia muy larga.
-¿Tiene algo que ver con tus ojos, verdad? –preguntó acertando de lleno.
-Puede –No quería ponérselo en bandeja.
-No te preguntaré.
-Gracias. –le dije, sincera.
-¿Quieres ser mi novia, Sara? –me preguntó de repente.
-…
-Di. ¿Quieres tener algo serio conmigo?-Preguntó una vez más.


  ¿Algo serio? ¿A qué se refería con eso? Este… sería un día muy largo. Y tanto que sí.


-¿Y bien? ¿Qué quieres hacer?
 -Ser feliz.-dije.
-¿Ser feliz? Suena bien.-me dijo.
-Lo sé.
-Pero sonaría mejor así ‘’ser feliz contigo’’. Eso sonaría terriblemente genial.-susurró.
-No sé…-pronuncié débilmente.
-Intentémoslo-me dijo con un tono de tristeza.
-Sonríe.- le pedí.
-¿Sin ti? No.
-Es demasiado pronto, ¿no crees?
-Lo único que creo es que me muero por besarte.
-Justin…
-¿Sí, pequeña?-sonrió.
-Acabas de sonreír, ¿por qué?
-Por tus ojos, demuestran que sí que quieres estar conmigo, pero tu orgullo no te deja, o quizá sea tu cabeza que te dice ‘’es un chico malo’’.
-No se a que te refieres.-Disimulé.
-Es una lucha constante entre lo que quieres y lo que deberías hacer. Y sabes que ganaría el corazón, pero tienes miedo. –Improvisó.
-¿Miedo, a qué? –le pregunté. Me encantaba lo bien que se expresaba.
-Miedo a todo. A perderte en el amor, aunque ahora estés más perdida que nunca. A que te deje como a Eli. A que me fije en otras chicas, a que bese a otras. Tienes miedo a dejarme entrar en tu corazón, porque sabes que una vez dentro, no podré salir. –Sonrió dulcemente.- me has tocado muy fuerte, vida. –Casi se le saltan las lágrimas.
-¿Justin?
-Dime…
-Sí –y sonreí como nunca lo había hecho.
-¿Sí, de sí quiero estar contigo? O sí, ¿de sí cállate ya de una vez?
-Sí, de ven aquí, bésame, y abrázame.
-A sus órdenes, majestad.
-Cállate bobo.


Capítulo 5.



  Entré en el baño, y con Justin observándome, procedí a quitarme las lentillas.

 -¿Qué miras? -le pregunté.
 -A ti.
 -¿Tengo monos en la cara?-pregunté, irónica.
 -No. Lo que tienes es una cara preciosa.

 Me sonrojé, y reí silenciosamente.

 -Te he visto sonreír. No te escondas de mí.-y rió.
 -¿Me dejas tranquila?
 -Síí.

 Y acabé.

 -Ya está.-dije con los ojos cerrados. Noté una respiración en mi oído, y unas manos que rodeaban mi cintura lentamente.
 -Ábrelos.

 Me apartó el pelo de la cara, y los abrí. No me gustó lo que vi en el espejo. Sentí...miedo.

 -¿Por qué escondes esto?-me preguntó, aún abrazándome.
 -No...No quiero hablar de ese tema. -Volví a cerrarlos.
 -Puedes confiar en mí.-respiró.-te juro...que no diré nada. A nadie.
 -No es por ti...Es...No quiero recordarlo, lo siento.
 -Por favor.-suplicó. Empezó a sonar Got 2 love you.
 -Tu móvil.